POLICIA NACIONAL |
Redacción digital.
La verdad del pueblo lleva una
lucha contra los grupos al margen de la ley, que ha azotado con violencia la subregión
del Bajo Cauca Antioqueño, ya que esta zona es importante para el narcotráfico.
La proximidad con Córdoba y Urabá además de estar al pie del nudo del paramillo,
a permitido a estos grupos sacar la hoja de coca del campo, pasarla fácilmente al
laboratorio, procesarla en base y llevarla directamente al mar.
Estos grupos están tomando apoyo
al parecer de carteles mexicanos, por el negocio de venta de drogas, que los
caparrapos y el clan del golfo tiene con estos carteles extranjeros, según información
el apoyo estaría siendo con armamentos nuevos que hace varios días recibió el
frente Julio César Vargas del Clan del Golfo, que delinque en la zona,
consiste en un cargamento de 50 fusiles con visión nocturna.
El informe conocido por Caracol
Radio indica que en el mercado de armas cada unidad costaría unos 30 millones
de pesos, lo que demostraría la capacidad económica, el soporte financiero y de
equipamiento que están recibiendo las bandas criminales en esa zona de
Antioquia, donde los homicidios se han incrementado en lo que va corrido de
este año.
La información fue confirmada y
ratificada por el Ejercito Nacional, por la captura de una mujer conocida como
alias la “perra”, esta persona perteneció a las farc y reincidió, fue
contratada por el Clan del golfo y en el momento de la captura, portaba este
costoso armamento.
Hoy el Bajo Cauca, recobro la
violencia por el negocio asociado a los cultivos ilícitos, esos espacios geográficos
han despertado intereses en otras facciones violentas que quieren quedarse con
el premio mayor con consecuencias nefastas. Las disputas de estos grupos están al
orden del día grupos como el clan del golfo y los caparrapos, financiados por
estos carteles mexicanos se disputan esa basta zona masacrando y desplazando a
la población civil.
El informe de inteligencia que
tiene el Ejército muestra que los sicarios o los informantes reciben 4 millones
de pesos mensuales, mientras que, a los combatientes en las áreas rurales, los
cabecillas pagan a hasta un millón doscientos mil pesos, y por ello es esencial
que llegue la inversión social a la zona, recalcó Fernando Duran, comandante del Batallón de operaciones
en el bajo Cauca.
[La Verdad del Pueblo]
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