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miércoles, 19 de septiembre de 2018

Los asesinatos en el Bajo Cauca sobre la guerra de delincuentes | Parte 1

Por: La Verdad del Pueblo
Email: prensa32@hotmail.com

Este medio de comunicación publica los homicidios que se han presentado en el Bajo Cauca, en especial Taraza y Caucasia, para que la comunidad y el Gobierno se enteren de la situación tan compleja que se vive una región desamparada por el estado.

Solamente se publican imágenes de los hechos de homicidios de cada persona que han sido asesinadas por el conflicto entre las Bacrim

En esta guerra que existe entre Bandas Criminales en la región, muchas personas que tienen deudas pendientes se han aprovechado del momento para mandar a matar su culebra; o sea como dice un viejo refrán “río revuelto ganancia de pescadores”. 

Las siguientes fotos son de las personas que han asesinaron por bandidos, otras por equivocación, otros en combate o por una bala perdida.

Es importante aclarar que en estas imágenes hay personas muertas y otras quedaron vivas en el momento que les dispararon pudieron salvarse. 


Presuntos bandidos del Bajo Cauca | Parte 1

Por: Leiderman Ortiz Berrio

Este medio de comunicación, por medio de sus investigaciones periodísticas, con un grupo de personas que día a día viene trabajando incansablemente en el tema de las bandas criminales en el Bajo cauca antioqueño, ha podido encontrar e identificar a cabecillas como vendedores de estupefacientes hasta sicarios que viene realizando estrago en los municipios como Taraza, Cáceres, El Bagre, Zaragoza, Nechi y Caucasia. 

Sin descartar que ya algunos han sido capturados por las autoridades que vienen realizando los operativos constantemente para garantizar la tranquilidad de la región y de la comunidad.

A raíz de los trabajos de investigación periodística, se pudo obtener informaciones justa y concreta de bandidos  de los dos combos como los Caparrapos y Gaitanistas, a demás este medio también está de tras de los grupos guerrilleros del ELN y de incidencia de las FARC lo cual se ha estado trabajando duramente para desmantelar esas organizaciones criminales.

La unidad investigativa del periódico la verdad del pueblo, pudo identificar algunos cabecillas de las bandas criminales que vienen operando en la región del Bajo Cauca; por lo tanto se publica estos sujetos criminales para que la comunidad ayude en señalarlos y ubicarlos para su respectivas capturas.








jueves, 24 de mayo de 2018

Las amenazas del Bajo Cauca

Foto: Evaristo Antonio Perez Martinez

Caucasia. Aunque ya la amenaza natural baja de intensidad por parte de la Represa de Hidrohituango, los daños en la infraestructura vial, y la violencia, señorean como un ave negra no dejando dejar tranquilo a ninguno de los habitantes de esta Región del Bajo Cauca Antioqueño.

Aprovechando la “distracción” de las autoridades de Ejército y Policía para colaborar en la prevención del eventual desastre; los delincuentes imponen su autoridad desde la penumbra de la soledad asesinando hombres y mujeres sin ningún escrúpulo. En Caucasia y Guarumo, Corregimiento de Cáceres, se han presentado los últimos acontecimientos de sangre, desazón y dolor.

Estos poblados que se muestran solitarios, temerosos, con noches lúgubres y el comercio de capa caída, se ven indefensos y sometidos a la barbarie, a otros fenómenos como la extorsión y la distribución, compra y venta de drogas ilegales.

Este medio informativo habló con el Alcalde de Caucasia, Óscar Suárez, sobre el crecimiento del fenómeno criminal: “se han aprovechado la distracción de la Policía y el Ejército por la atención de la otra emergencia, para hacer sus fechorías; pero, vamos a reunirnos de nuevo con todas las autoridades para diseñar estrategias que se irán implementando para la prevención del delito”.

En Caucasia y el Bajo Cauca, se libra una guerra de control territorial por parte de grupos al margen de la ley que ha encontrado en medio la población civil, con estadísticas escandalosas.

La otra amenaza por el crudo invierno, es la desaparición de la banca de un tramo de la trocal de Occidente, la segunda vía más transitada del País, entre los Municipios de Cáceres y Caucasia. Esto ha ocasionado mucho traumatismo en el transporte de mercancías, pasajeros y el turismo desde y hacia la Costa Norte de Colombia.

[La Verdad Del Pueblo]

lunes, 7 de mayo de 2018

[Especial] Bajo Cauca: Una guerra no contada -Parte 1-


6 may. CI.- Actualmente el Bajo Cauca se encuentra viviendo una guerra. Dos grupos paramilitares se disputan el territorio que hasta hace poco había estado en una aparente calma durante años. Varios bloques de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC- (también llamados Clan del Golfo) pelean por la tierra que han ocupado durante décadas en sociedad con Los Caparrapos, otro grupo paramilitar con el que se repartían la zona.


Estos dos grupos eran socios hasta el año pasado. Realizaban sus acciones respetando los límites del otro. Sin embargo, Los Caparrapos vendieron la zona a La Oficina de Envigado, negocio que no fue del agrado del Clan del Golfo.

Leiderman Ortíz, periodista de la región que ha seguido a estos grupos armados, sus nexos con las instituciones y sus enfrentamientos, asegura que esta transacción detonó la guerra que ahora padece esta región.

La tierra que se pelean está plagada de oro, cultivos de coca y laboratorios para procesarla; asimismo, es un corredor que conecta el Valle de Aburrá con la Costa, brindando facilidades para el transporte de la droga.

La disputa por este territorio es histórica pues por estas mismas tierras han hecho presencia insurgencias como las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC-, el Ejército de Liberación Nacional -ELN- y grupos paramilitares como las Autodefensas Unidas de Colombia. Cuando éstas últimas se desmovilizaron oficialmente (proceso que duró entre el 2003 y el 2006) se formaron nuevos grupos, los cuales hoy buscan establecerse en la región a costa de violencia.

Esta guerra mantiene el número de muertes en constante aumento. El 15 de abril de este año la Séptima División del Ejército reportó ocho asesinatos en Tarazá durante un combate. Horas más tardes se reportó la muerte de dos mujeres y un hombre. Los enfrentamientos no han terminado, quizá los muertos tampoco.

Desde el 1 de enero al 10 de abril se habían registrado 662 homicidios en Antioquia, de los cuales 111 han sido en el Bajo Cauca. Además de que los combates se siguen dando  y en este sentido continúan aumentando las cifras de muertos, muchos no son contabilizados ni reportados en los medios. Habitantes de la zona aseguran que han ocurrido varios asesinatos que pasan desapercibidos en los últimos meses.  

Siete muertes han destacado entre todas las demás: las de siete líderes sociales que han sido asesinados en Antioquia en lo que va del año.

La guerra entre estos grupos ha arrasado con aquellos que resistían en sus territorios y ha desplazado a quienes habitaban estas tierras. Más de 2.000 personas se han trasladado a los cascos urbanos de sus municipios o a Medellín, huyendo de la violencia.

Olga  es una de ellas. Como muchos otros huyó de la muerte que le esperaba si se quedaba en su casa, afirma. Olga también fue lideresa de su comunidad: presidió la Junta de Acción Comunal -JAC- de su vereda en Valdivia desde 2008 hasta que tuvo que irse para no volver.
Olga, una líder desplazada

Todo empezó un sábado por la noche en el que Olga dormía en su cama. Hubo un tiroteo a dos casas de la suya, el sonido de las balas la hizo tirarse al suelo. Mataron a un muchacho y le pidieron a Olga, por ser la Presidenta de la Junta de Acción Comunal de esa vereda, que firmara el acta de levantamiento.

Cuando se presentó ante la policía le preguntaron si sabía quién lo había matado, ella dijo que no. La versión que llegó a las AGC fue que ella había dicho que “la policía sabía quién mandaba en la zona, que habían sido ellos”.

El mismo Comandante de la policía afirmó que le escuchó decir que ella como presidenta de la JAC quería traer estrategias a su municipio que alejaran a los jóvenes de las drogas. Esa información también llegó a oídos de quienes manejan el tráfico de drogas en la región, a los cuales no les gustó esa idea.

Ocho días después, unos miembros del grupo armado llegaron al local donde Olga se encontraba preguntando por un muchacho, el hijo de la dueña del local. Ella les dijo que no sabía dónde estaba. Cuando el chico volvió, ella le contó que lo estaban buscando y él respondió que a ellos también los buscaban para hacerles un atentado. Olga no dijo nada, no era su problema.

Cuando las AGC supieron que Olga estaba enterada de este supuesto atentado la cuestionaron por no avisarles. “Yo no trabajo para ustedes, yo soy una líder comunitaria, yo trabajo con la comunidad no con ningún grupo”, les respondió.

En el Bajo Cauca los líderes tienen dos opciones: colaborar con los grupos o resistir y pagar las consecuencias. Unos días después su hermano la buscó para decirle algo importante: “Hay un problema con usted, la van a matar, se tiene que ir”.

A Olga se le enfrió el cuerpo, se le entumieron las manos, no sentía nada. Fue a su casa y se encerró con sus tres hijos durante tres días. Sin hambre ni sueño, estuvo tres días tirada en la cama. Su hermano cocinaba por ella para sus hijos con las cortinas cerradas, hablando bajo para que no supieran que estaban ahí.

En un descuido de los hombres que vigilaban la casa, Olga salió en un carro que había preparado para ella una mujer de una organización cuyo nombre no puede ser mencionado por razones de seguridad. La líder y sus hijos se montaron al carro y huyeron de la casa a la que no han podido volver, donde dejaron casi todas sus pertenencias y su pasado.

El flagelo de ser desplazado

El lugar más seguro para muchos de estos desplazados es Medellín. Tan sólo este año han llegado a la capital antioqueña 3.258 personas desplazadas de todo el Departamento. El 53% de esas personas vienen del Bajo Cauca. Olga, su familia y más de 1.830 personas han huido de esta región y se han refugiado ahí.

Desplazarse ha sido un flagelo para Olga. En la Unidad de Víctimas le dicen que no hay información, que no hay plata, que no hay nada. En el barrio en el que se instaló, la Policía acosó a su hijo de 21 años por ser desplazado. Decían que si salió de allá es porque es “paraco” y a los paracos hay que desaparecerlos.

Su hijo de 14 años olvidó leer y escribir como reacción postraumática al desplazamiento. Tuvo que volver a empezar el colegio. Nadie le quiere arrendar una pieza porque saben que es “desplazada” y que la indemnización con la que pagará al alquiler no llegará a tiempo. En efecto, esa plata nunca llega a tiempo.

Según la Ley 1448 del 2011 (Ley de Víctimas) la indemnización que reciben las personas desplazadas debe entregarse cada tres meses. La última vez que Olga recibió dinero fue en noviembre, nada más hasta el día de hoy, mayo.

Trabajaría si pudiera, pero tiene una hija de 16 años con Síndrome de Down que necesita ayuda para comer, ir al baño, bañarse, hacerlo todo. De vez en cuando, Olga hace aseo en casas. Pero solo en las que se puede llevar a su hija. Sin un salario fijo no puede pagar una renta.

En Medellín se siente segura. Es una ciudad grande y cara. Es difícil que la encuentren ahí pero también lo es sobrevivir sin un ingreso. Hace tres meses se tuvo que ir a la casa de una sobrina suya que no estará en el país durante unos meses, pues no podía seguir pagando el alquiler. Aún le quedan tres meses más de préstamo, después tendrá que volver a buscar un nuevo hogar.

Líderes, incómodos para el poder

Para ella, regresar a Valdivia es algo impensable. Seguramente la matarían. Su trabajo en la JAC, en el Comité Cocalero, en la Veeduría Ciudadana y como líder en la erradicación de cultivos ilícitos, incomodó los intereses de las AGC y las instituciones locales.

En el 2008 Olga comenzó a trabajar con la erradicación de cultivos ilícitos en su vereda. Ella misma erradicó tres hectáreas de coca que eran el sustento de su familia. Esto lo hizo confiando en el apoyo que el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos otorga a las familias para su manutención antes de las primeras cosechas, pero ese apoyo nunca llegó porque la Federación Nacional de Cacaoteros -Fedecacao- fungió de intermediaria y entregó solamente semillas y herramientas: el dinero para los mercados de las familias se perdió.

A pesar de esto, 17 familias ingresaron en el programa y comenzaron el proceso de erradicación. Olga tenía la lista de estas personas. Miembros de las AGC fueron a su casa cuando aún vivía en Valdivia para pedirle la lista y Olga se las negó.

El Comité Cocalero reunió a los líderes de cada vereda del municipio en unas mesas de negociaciones con la Secretaría de Gobernación de Antioquia, un Coronel de la Policía de Antioquia y un Coronel del Ejército. Se reunieron en siete ocasiones cada ocho días para concertar las condiciones de erradicación con los campesinos de todo el municipio.

El proceso avanzaba con éxito hasta que la Secretaría de Gobernación de Antioquia dijo a los medios que se estaba reuniendo con líderes guerrilleros para el proceso de erradicación, declaración que no le gustó a la comunidad. La criminalización del campesinado los indignó y detuvo todos los procesos que se encontraban vigentes.

Al mismo tiempo, algunas familias ya habían arrancado las matas de coca de sus parcelas y comenzaban a sembrar cacao en un terreno que el Gobierno Nacional otorgó al municipio para este fin.

Sin embargo, la dicha no duró mucho: el entonces alcalde de Valdivia, Mauricio Gómez, hipotecó el terreno en 80 millones de pesos y hasta el día de hoy la comunidad no sabe qué sucedió con ese dinero. Se realizaron denuncias que nunca procedieron y así, los que perdieron fueron los campesinos pues se encontraban sembrando en tierra de nadie.
Aún sin condiciones ni garantías para sustituir sus cultivos, Olga apoyó y dio seguimiento a este proceso hasta que fue desplazada. Liderar a su comunidad y trabajar por la erradicación de la coca le costó continuar llevando su vida tal como la conocía.

Así como muchas otras personas desplazadas de esta región, Olga se encuentra inmersa en la incertidumbre del futuro, en la espera de una indemnización trimestral que no llega y con el miedo de que la encuentren quienes la quieren muerta. “A veces pienso que me gustaría irme a un lugar en donde nadie me conociera y vivir los días que me quedan en paz”, comenta.

El nombre real de Olga fue cambiado por cuestiones de seguridad


[Con información de Colombia Informa]

viernes, 4 de mayo de 2018

Carteles narcos mexicanos están apoyando con armamentos al Clan del golfo y Caparrapos en el Bajo Cauca Antioqueño.


POLICIA NACIONAL

Redacción digital.

La verdad del pueblo lleva una lucha contra los grupos al margen de la ley, que ha azotado con violencia la subregión del Bajo Cauca Antioqueño, ya que esta zona es importante para el narcotráfico. La proximidad con Córdoba y Urabá además de estar al pie del nudo del paramillo, a permitido a estos grupos sacar la hoja de coca del campo, pasarla fácilmente al laboratorio, procesarla en base y llevarla directamente al mar.

Estos grupos están tomando apoyo al parecer de carteles mexicanos, por el negocio de venta de drogas, que los caparrapos y el clan del golfo tiene con estos carteles extranjeros, según información el apoyo estaría siendo con armamentos nuevos que hace varios días recibió el frente Julio César Vargas del Clan del Golfo, que delinque en la zona, consiste en un cargamento de 50 fusiles con visión nocturna.

El informe conocido por Caracol Radio indica que en el mercado de armas cada unidad costaría unos 30 millones de pesos, lo que demostraría la capacidad económica, el soporte financiero y de equipamiento que están recibiendo las bandas criminales en esa zona de Antioquia, donde los homicidios se han incrementado en lo que va corrido de este año.

La información fue confirmada y ratificada por el Ejercito Nacional, por la captura de una mujer conocida como alias la “perra”, esta persona perteneció a las farc y reincidió, fue contratada por el Clan del golfo y en el momento de la captura, portaba este costoso armamento.

Hoy el Bajo Cauca, recobro la violencia por el negocio asociado a los cultivos ilícitos, esos espacios geográficos han despertado intereses en otras facciones violentas que quieren quedarse con el premio mayor con consecuencias nefastas. Las disputas de estos grupos están al orden del día grupos como el clan del golfo y los caparrapos, financiados por estos carteles mexicanos se disputan esa basta zona masacrando y desplazando a la población civil.

El informe de inteligencia que tiene el Ejército muestra que los sicarios o los informantes reciben 4 millones de pesos mensuales, mientras que, a los combatientes en las áreas rurales, los cabecillas pagan a hasta un millón doscientos mil pesos, y por ello es esencial que llegue la inversión social a la zona, recalcó Fernando Duran, comandante del Batallón de operaciones en el bajo Cauca.

[La Verdad del Pueblo]

jueves, 26 de abril de 2018

Criminalidad del Bajo Cauca antioqueño nos ha venido afectando: gobernadora de Córdoba

En lo que va corrido del año en Córdoba se han disparado los indicadores de homicidio, extorsiones y desplazamientos forzados.

Sandra Devia se refirió al incremento de homicidios en el departamento de Córdoba que superan las cifras del año 2017 para la misma fecha. Foto: Cortesía
En medio de un consejo de seguridad realizado en la ciudad de Montería, la gobernadora de Córdoba, Sandra Patricia Devia, señaló que el difícil momento que atraviesa el Bajo Cauca antioqueño en materia de criminalidad hoy estaría afectando al departamento que preside.

“La criminalidad del Bajo Cauca antioqueño nos ha venido afectando. Tenemos distintos problemas, en la zona costanera de extorsión, en la subregión del sur de Córdoba es más el desplazamiento forzado por la presencia de bandas criminales, son distintos problemas pero todos con un eje común. El narcotráfico ligado a los grupos criminales como el Clan del Golfo y a Los Caparrapos”, señaló la mandataria.

Así mismo, la gobernadora se refirió al incremento de homicidios en el departamento de Córdoba que superan las cifras del año 2017 para la misma fecha.

“Es una coyuntura que se genera por la desmovilización de las Farc, la lucha por la entrada en esas zonas de control de las rutas del narcotráfico, no solo Clan del Golfo y los golpes dados al Clan del Golfo, sino otras organizaciones y subestructuras criminales que delinquen en esta zona. Pero ese coletazo es un efecto colateral de la acción estratégica de la Fuerza Pública”, indicó la gobernadora.

Finalmente señaló que, una de las grandes conclusiones del consejo de seguridad realizado en Montería, será la implementación de un plan estratégico de inteligencia en conjunto con la Fuerza Pública y de igual forma mayor inversión social en los puntos más críticos de Córdoba, por la presencia de grupos armados ilegales.

[Con informacion de W Radio]

jueves, 19 de abril de 2018

Policía del Bajo Cauca pide más denuncia ciudadana contra el crimen

Un campanero de bandas criminales del Bajo Cauca recibe un sueldo de un millón doscientos mil pesos y un celular.



Caracol Radio Medellín

Pese al aumento en el número de hombres de la fuerza pública en el Bajo Cauca, especialmente en el municipio de Tarazá, los hechos violentos continúan casi a diario en algunos municipios, reconocen las autoridades.-

Sin embargo, la Policía en esa subregión también admite que la mayor dificultad para que las autoridades tengan una reacción más rápida y eficaz, es la falta de colaboración ciudadana, lo que estaría soportado en el terror que han implantado las bandas criminales en esa localidad.

Hace pocos días, la dirección de la Policía y la seccional en Antioquia enviaron otros 40 uniformados al municipio de Tarazá para reforzar la seguridad en el área urbana, con lo cual esa presencia policial supera los 140, y, además, permanece activa la red de informantes, pero ejercer el control es cada vez más difícil.

“Pero en este momento es muy complicado: el homicida puede estar parado ahí, pero nadie lo señala y sí hay un temor muy grande por que como aquí todo lo solucionan es a bala… La comunidad la verdad se ha dedicado es al silencio, ese es el factor que ellos nunca han podido superar, este tipo de violencia en la región. Entonces no le dicen a uno si se fue, como iba, qué ropa tenía, cómo se fue, nada”, enfatizó el coronel Daniel Mazo, comandante de la policía en el Bajo Cauca.

Estrategias criminales

El oficial también develó otra estrategia de los ilegales para evadir a las autoridades: el cambio o rotación periódica de los sicarios, con la intención de que no sean identificados por los investigadores que actualmente trabajan en la zona tratando de llevar a los estrados judiciales a los responsables de los crímenes.

“Los sicarios los cambian, no son de la localidad… cuando nosotros ya tenemos más o menos ubicada una persona y estamos reuniendo todo el acervo probatorio para entrar a judicializarlo, lo cambian y llevan uno nuevo y volvemos a empezar de cero en este trabajo”, recalcó el oficial.

Reconoció que los llamados “campaneros”, personas civiles que informan a los cabecillas de las bandas criminales todos los movimientos de las autoridades, es otro problema que afrontan las autoridades.

Caracol Radio conoció que estas personas reciben un salario mensual de hasta un millón doscientos mil pesos y un celular con minutos, solo para que hagan esa actividad de dar información sobre las actuaciones de la policía y el ejército.

[con informacion de Caracol Radio Medellin]

lunes, 16 de abril de 2018

Guerra entre dos bandas disparó los homicidios en Antioquia

La Gobernación conformó una mesa de trabajo con Ejército y Policía para restablecer la seguridad. FOTO MANUEL SALDARRIAGA

POR VANESA RESTREPO

Entre el 1 de enero y el 10 de abril, en Antioquia fueron asesinadas 662 personas: un promedio de 6,6 homicidios por día. La cifra tiene preocupadas a las autoridades porque significa que hay un aumento de 33,5 % en los asesinatos, respecto al mismo período de 2017.

Luis Pérez Gutiérrez, gobernador de Antioquia, aseguró que por primera vez en muchos años, la mayoría de los casos ocurrieron en zona rural. “Anteriormente en Antioquia había más homicidios en las zonas urbanas que en las zonas rurales, pero hoy con el enfrentamiento entre bandas se nos volteó la balanza”, dijo.

Según las cifras publicadas por la Gobernación, 64 % de los asesinatos ocurrieron en zonas rurales y el 36 % tuvieron lugar en sectores urbanos.

Los responsables

Pérez cree que los asesinatos que se concentran especialmente en las regiones del Norte y Bajo Cauca, obedecen a un enfrentamiento entre bandas criminales que luchan por el dominio territorial. “Sus intereses son económicos: negocios como la coca y la minería ilegal”, declaró.

Su secretaria de Gobierno, Victoria Eugenia Ramírez, reveló que las bandas implicadas son el “Clan del Golfo”, también llamada “Urabeños”; y el grupo “los Caparrapos”.

Agregó que Tarazá, Caucasia, Yarumal y Andes son los municipios más golpeados por esta violencia y anunció que en conjunto con la Policía y las alcaldías se están adelantando operativos para contrarrestar la acción criminal.

EL COLOMBIANO intentó comunicarse con las alcaldías mencionadas por Ramírez, pero solo tuvo respuesta de Jairo Aníbal Areiza, mandatario de Yarumal, quien manifestó que en enero el municipio vivió una racha violenta (con masacre de 7 personas en una vereda). “La cosa después de eso se calmó pero sí han llegado muchos desplazados de Tarazá y Cáceres, así como bandas de allá que están extorsionando en las veredas”.

Los socios del negocio

Analistas consultados por este diario coinciden en afirmar que en la disputa, además de las bandas mencionadas, están también carteles mexicanos que financian la guerra en busca de más coca y mejores rutas; y campesinos que viven entre incumplimientos estatales y presiones armadas.

Rubén Darío Acevedo, doctor en historia y experto en conflicto, manifestó que lo que se vive en Antioquia es similar a lo que está ocurriendo en el Catatumbo, Cauca y Putumayo, donde “hay una ausencia de la Fuerza Pública y el Estado, y antecedentes de disputas entre guerrillas y paramilitares por el control de rutas y coca”.

Sergio Mesa Cárdenas, investigador de la Ong Corpades, explicó que los municipios con mayores índices de violencia tienen una conexión directa con Briceño e Ituango, y con el Nudo del Paramillo, zonas de cultivos ilícitos. “En los últimos años aunque hay planes piloto de sustitución, los cultivos han crecido y eso atrajo el interés de grupos criminales del norte del país, bandas de Medellín y carteles de México”, sostuvo.

Según Mesa, la banda de “los Caparrapos”, liderada por alias “Ratón”, tiene alianzas con el cartel Jalisco Nueva Generación de México y la banda de “los Triana”, de Medellín. Sobre el “Clan del Golfo”, liderado por alias “Gonzalito”, el investigador asegura que tienen el respaldo de la banda “Pachelly” surgida en Bello y del cartel de “los Zetas”.

La Gobernación responsabilizó a ambos grupos de los desplazamientos de campesinos ocurridos en los últimos días en Tarazá y Caucasia .

[¨con informacion de El Colombiano]

sábado, 7 de abril de 2018

Piamonte el Fortín y centro estratégico más grande de las bandas criminales en el bajo cauca antioqueño.


Foto cortesia 
por: Jefferson David Sarmiento Ortiz

La verdad del pueblo, viajo hoy hacia el corregimiento de Piamonte jurisdicción del municipio de Cáceres en el departamento de Antioquia, donde este corregimiento se encuentra totalmente desprotegida y abandonada por el estado y utilizado por las bandas criminales como Fortín de guerra.

Un corregimiento que queda a tan solo 22 kilómetros de la cabecera municipal, y lo más absurdo es que no hay un control por parte de la fuerza pública, Piamonte es una zona demasiado crítica, pues estos grupos amenazan e intimidan a la población que hoy habitan en este corregimiento.

Piamonte es considerados como la zona más famosa para los comandantes de influencia de la organización, y allí también habitan los hombres más cercanos a los comandantes. Para los habitantes, que tienen que pagarles vacunas a estos comandantes en pocas palabras representan la ley en la región del bajo cauca antioqueño.

En el 2014 se vivió un caso Extremadamente impactante y fue el asesinato de Sixto Peralta en plena vía pública, lo decapitaron con un machete y dejaron el cuerpo en el mismo lugar por varias horas, para que toda la población mirara cual era el precio de no pagar vacuna.

Estos grupos intimidan y atemorizan a las personas que trabajan, la que sacan la cara por la región, esas personas que dia-dia lucha por un sustento, por una tranquilidad sueñan porque se les restablezcan su seguridad, pero estos bandidos son un cáncer que la misma población debe lidiar y aprender a convivir con ellos, pues estos ilegales tienen el poder económico y social de este corregimiento.

Muchos de los integrantes de las Bacrim han elegido por vivir en Piamonte porque es uno de los lugares más seguros para evadir las operaciones hecha por la fuerza pública. A su sector sólo se puede acceder por ferry, y el corto recorrido por río es fuertemente custodiada por varios campaneros armados, quienes vigilan a todo el que entra o sale.

En la vía hay varios retenes, el primero está en el río Cauca, que hay que cruzar en ferry, donde los Bandidos cobran según el vehículo y la intención del viaje, hay que cruzar varios retenes donde el clan del golfo tiene el control total. Esas son tierras que antes ostentaba Carlos Mario Jiménez, 'Macaco', y que hoy son del Clan del golfo.

La información que hemos tenido es que todos esos (Johnson-canoas), y el ferry  están bajo al mando de este grupo ilegal, es decir Piamonte es un centro de operaciones donde estos grupos coordinan una serie de cosas, pues es que Piamonte es tan estratégico que tiene un sin numero de salidas a la hora de un operativo, esta vereda puede dar salida a la isla de las amarguras, la platanera y por ultimo al corregimiento de guarumo, es un corredor estratégico de ellos por el río o por carretera donde sale también a el Bagre, Puerto Colombia, Cáceres, y Jardín

Mas adentro, en el área rural de Piamonte, que es vigilada por unidades que cuidan los cultivos de coca de las Bacrim, así como sus laboratorios de procesamiento de cocaína, sus minas de oro ilegales y los escondites de armamento pesado.

En la isla de La Amargura y La Plantera, a las que se llega en ferry desde Piamonte, es donde aparentemente viven los altos mandos de la organización. Esta isla también permite ocultar las casas de pique de las bandas criminales, Según por información de los habitantes y fuentes de las bandas criminales, la isla ha sido convertidas en un punto estratégico para la realización de reuniones con comerciantes o políticos de la región.

[la Verdad del Pueblo]

viernes, 6 de abril de 2018

Aproximadamente 111 personas han sido asesinadas en el bajo cauca antioqueño en lo que va corrido de este año.

En lo que va corrido de este 2018, 63 personas han sido asesinadas en zona rural, y 48 en el casco urbano de la subregión.



Redacción digital.

La unidad investigativa de la verdad del pueblo ha hecho un trabajo investigativo abundante contra las bandas criminales que hoy día se disputa en la subregión del Bajo Cauca Antioqueño.

Los enfrentamientos que están llevando acabo estos grupos ilegales, como los Caparrapos, la guerrilla del ELN, y los Gaitanistas están causando unos factores de violencia, como homicidios, desplazamientos, extorsión entre otros.

En lo que va corrido de este año 63 personas han sido asesinadas en las veredas y 48 en el casco urbano.

Cifras alarmantes, según Antioquia reporta un incremento del 34% en datos de homicidio, en comparación con el mismo periodo del año 2017 según un informe de la Gobernación discriminado por regiones.

Según el comandante de la policía de Caucasia coronel Daniel Mazo Cardona, afirmo que los puntos más graves de violencia se presentan en los municipios de Caucasia, Cáceres, y Taraza donde ha habido y hemos sido testigos de un mayor número de muertes violentas, Insistió que la lucha del territorio es para dominar la economía ilegal y esto mantiene atemorizada a la población civil de esta región.

Pese al incremento del pie de fuerza en la región, no se ha visto grandes resultados para restablecer la seguridad de los habitantes de estos municipios, pues la situación cada día parece no mejorar, las personas prefieren irse que denunciar pese al temor que estos grupos ilegales hoy siembra en todo el territorio.

Este 11 de abril, las jurisdicciones locales y departamentales realizarán un Comité de Justicia Transicional, para estudiar la situación y verificar que garantías de seguridad se le pueden brindar a estas familias para que puedan retornar a la zona rural.

Este medio de comunicación invita a toda la población del bajo cauca a denunciar, a estas personas que esta perjudicando a toda la población en general, toda información que nos puedan brindar, será recibida para así contrarrestar a estos grupos tenemos que ir de la mano, con la institucionalidad y el amor propio por nuestra región que hoy esta siendo golpeada por la violencia que esta causando estas bandas criminales.

[La Verdad del Pueblo]

miércoles, 4 de abril de 2018

La Verdad del Pueblo hace presencia junto al Ejército Nacional, en el municipio de Tarazá Antioquia



Redacción Digital.

La unidad investigativa de la verdad del pueblo esta visitando hoy 04 de abril de 2018 el municipio de Taraza Antioquia, donde se está viviendo una situación muy critica culpa de la guerra que hoy realiza los Caparrapos, los Gaitanistas, y la Guerrilla del ELN.

Taraza es uno de los municipios que mas a vivido la violencia a sangre fría que lleva día-día estos grupos ilegales, que disputan una guerra para quedarse con el negocio del microtráfico, la minería ilegal, la extorsión, los cultivos ilícitos, los laboratorios de droga y muchos otros factores que hoy esta amenazando a la población civil.

Hoy Leiderman Ortiz, director del periódico la Verdad del Pueblo se esta tomando la tarea de caminar por las calles del municipio, junto al Ejercito nacional para así incentivar a la población de Denunciar anónimamente a estos grupos ilegales.

La verdad del pueblo va a trabajar de la mano con el Ejercito Nacional, para brindar la información necesaria, y así restablecer la seguridad del municipio, Hoy este medio los invita a que tenga la máxima confianza del ejército, necesitamos buenas informaciones.

Este medio a dicho muchas veces que no podemos dejar que delincuentes, se apoderen de nuestra región, hoy estamos haciendo presencia con el ejercito nacional, atacando, denunciando y haciéndole frente por medio del trabajo periodístico que estamos realizando.

si tienes alguna informacion te invitamos a que nos escribas en las redes sociales, @leidermanortiz - @laverdaddelpueblo o a mi numero 311 629 1621, o al numero de el Grupo del ejercito nacional 310 299 2113.

[La Verdad del Pueblo]

martes, 3 de abril de 2018

Dos muertos y cuatro heridos dejó ataque armado en Tarazá, Bajo Cauca antioqueño

Las autoridades elaboran un panfleto de los más buscados de esa región del departamento.


A raíz de un reciente ataque sicarial en un establecimiento comercial en Tarazáse registraron dos muertos y cuatro personas más heridas.


El coronel Carlos Sierra, comandante de Policía de Antioquia, informó que la Policía realiza labores de inteligencia en la zona para dar con los responsables del hechoy que permitan la creación de un panfleto con los más buscados del Bajo Cauca.

Además, el coronel agregó que se tienen pistas sobre quiénes habrían cometido el crimen, que al parecer harían parte de un grupo delincuencial de la zona; las autoridades ofrecieron recompensa por información que conduzca a su paradero.

En el Bajo Cauca se presentan constantes enfrentamientos entre el Clan del Golfo y los denominados Caparrapos.

[Con información de Blu Radio]


miércoles, 28 de marzo de 2018

Refuerzan Operación Agamenón contra Clan del Golfo en Bajo Cauca

Combatirán a las bandas criminales, Clan del Golfo y “Los Caparrapos”.
EJERCITO NACIONAL
Debido a los reiterados hechos de violencia que se han reportado en la subregión del Bajo Cauca, la fuerza pública y el gobernador de Antioquia acordaron reforzar la seguridad, en los próximos días llegaran a la zona 3 mil hombres del ejército, policía e investigadores judiciales.

Las autoridades buscan combatir a las bandas criminales, Clan del Golfo y “Los Caparrapos”, los cuales han cometido desplazamiento y homicidios, entre ellos líderes sociales.

La estrategia que adoptarán en esta zona de Antioquia será otra fase de la Operación Agamenón, que está en marcha en la zona de Urabá.

Los grupos ilegales tienen una cruenta disputa por territorio y las rentas criminales, entre ellas, los cultivos ilícitos y las rutas del narcotráfico.

“Se van a desplazar también varios helicópteros artillados, y armamento especial, con el fin de atender esta zona lo más pronto posible y dar unos buenos resultados. La Policía y el Ejército y los organismos de seguridad, están optimistas en que en estos próximos quince días, se pueda tener un control total de la zona”, explicó el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez.

El mandatario también indicó que los investigadores tratarán de capturar a los responsables de los homicidios de los líderes sociales, y de las demás muertes causadas por la guerra entre ilegales.

En el municipio de Caucasia, donde se concentrará la Operación Agamenón, esa violencia ha llevado a ataques armados que dejan varios muertos y heridos, entre ellos menores de edad.

[con informacion de Caracol Radio]

Otro líder asesinado en el Bajo Cauca antioqueño


Otro líder social fue asesinado en el Bajo Cauca Aantioqueño. Esta vez fue en una finca en  zona rural del municipio de Cáceres. Este es el segundo crimen de un líder en menos de una semana.

El crimen ocurrió cuando el líder social Víctor Zábala se encontraba en su finca en la vereda Jagua, zona rural de Cáceres y dos sujetos armados  le dispararon delante de su familia. Era reconocido por su labor en el Bajo Cauca antioqueño.

El vocero de Nodo Antioquia, ONG de Coordinación Colombia, Europa, Estados Unidos, Óscar Yesid Zapata, aseguró: ‘’este líder era presidente de su Junta de Acción Comunal (JAC),  y además era promotor de la sustitución de cultivos en su territorio, hacía parte del programa”.

Este es el sexto líder social asesinado en Antioquia en lo corrido del 2018, las autoridades están alerta por la presencia de grupos armados en el Bajo Cauca, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC),  ‘’Los Caparrapos’’ y  la disidencia de las Farc.

“La Dirección de Crimen Organizado, la Fiscalía General de la Nación, la Dirección de Ciscalías de Antioquia, las Fuerzas Militares, la Policía Nacional han estado realizando reuniones periódicas en el sector del Bajo Cauca, precisamente con el fin de establecer cuáles son esas estructuras que se encuentran allí delinquiendo con el fin de reducir el homicidio, con el fin de reducir la extorsión, que son los delitos que vienen afectando precisamente esa comunidad del Bajo Cauca’’, manifestó la directora nacional de fiscalías contra el crimen organizado, Claudia Carrasquilla Minami.

La preocupación es aún mayor para los defensores de Derechos Humanos, pues otros 88 líderes en Antioquia tienen amenazas de muerte.

[con informacion de Canal 1]