‘La Chola’ (única mujer en la foto) es señalada de testaferrato.
Foto:
Cortesía Policia
|
Una carta escrita a mano por Eduardo Luis Vargas Gutiérrez, ‘Pipón’, fue encontrada en uno de los bolsillos del pantalón que vestía su hermano Roberto Vargas, ‘Gavilán’, el 31 de agosto del año pasado, cuando murió en medio de una operación de la Policía entre Antioquia y Chocó.
En la carta, ‘Pipón’ le pedía a su hermano menor, uno de los jefes más
violento y con poder en el negocio del narcotráfico del ‘clan Úsuga’, permiso
para alejarse de la organización y someterse a la justicia.
Argumentaba que no quería correr la misma suerte
de su otro hermano, Efrén, más conocido como ‘Culo de toro’, quien murió
junto con 5 de sus hombres en una operación de la Policía y el Ejército en las
selvas de Chocó el pasado 12 de julio.
De hecho, sin contar con el permiso de su hermano, ‘Pipón’ había iniciado,
a través de dos abogados, los contactos con las autoridades para someterse a la
justicia a finales del mes de mayo. Investigadores señalaron que ‘Gavilán’
le recriminó por esos acercamientos y manifestó su desacuerdo con someterse a
la justicia.
Tras la muerte de ‘Culo de toro’ y como una forma de evitar que intentara
abandonar el grupo, ‘Pipón’ fue integrado al estado mayor del ‘clan’
otorgándole mayor poder territorial y el frente de la estructura ‘Pacificadores
del bajo Cauca y Córdoba’. Unos días después de la muerte de ‘Gavilán’, el
propio jefe de la organización, Dairo Antonio Úsuga, ‘Otoniel’, terminó por
anunciar su intención de someterse a la justicia.
Ese anuncio, la persecución de las autoridades y una solicitud de extradición
de los Estados Unidos terminó por acelerar el final del ‘clan’ de la
familia Vargas Gutiérrez, fiel a su hermano ‘Gavilán’.
En noviembre, ‘Pipón’ se salvó por minutos de ser capturado por la Policía
Antinarcóticos en Puerto Libertador (Córdoba), y el 15 de diciembre fueron
detenidos en la operación ‘Damasco’ otros tres de los hermanos Vargas
Gutiérrez: Ángela María, alias la Chola; Flor Emira, conocida como Rosario, y
Julio Cesar, el ‘Zorro’.
Ellos, aseguran investigadores de la Policía, servían de testaferros de la
organización y tenían a su nombre predios adquiridos con dinero del
narcotráfico y que en realidad eran de sus hermanos ‘Gavilán’, ‘Culo de
toro’ y ‘Pipón’.
En la misma operación fueron capturados Remberto Narváez Rivero, esposo de ‘la
Chola’, y su hijo Pedro Nel Pulgarín Vargas y un sobrino identificado como
Carlos Julio Vargas.
Por intermedio de la Personería de Montería, ‘Pipón’ coordinó su entrega y
finalmente lo hizo junto a su sobrina Manyuris Gil Vargas, el pasado 10 de
enero.
Un día después se presentó ante la Fiscalía de Montería Darío Vargas Gutiérrez,
‘el Evangélico’, otro de los hermanos del ‘clan’ y alias ‘Chupa Fruta’, que
aunque no era miembro de la familia desde hace más de una década era uno de los
hombres de confianza de ‘Gavilán’, el patriarca del grupo.
‘Pipón’ y ‘el Evangélico’, confirmaron personas cercanas al proceso, aspiran a
recibir algunos beneficios judiciales por su sometimiento y además
intentan que sus hermanas ‘la Chola’ y ‘Rosario’ no sean procesadas.
Igualmente, se conoció que están intentando una negociación que beneficie a
Carminia Vargas Gutiérrez, ‘la Flaca’, otra de sus hermanas, que tiene orden de
captura y que sigue prófuga de la justicia.
Una de las preocupaciones que han manifestado los abogados de los hermanos
Vargas Gutiérrez es que algunos de ellos puedan terminar en cárceles de los
Estados Unidos, por lo que podrían ofrecer importante información, rutas y
bienes para intentar evitar la extradición.
“Eduardo Luis (‘Pipón’) nos dijo el día de su sometimiento que estaba muy
presionado por la Policía, que sabía que su captura o muerte era inminente y
que prefería negociar. Además, también tenía temor de que el ‘clan’ lo
asesinara porque le habían perdido la confianza debido a su deseo de someterse
a la justicia”, relató a este diario uno de los investigadores que ha estado
frente al proceso.
‘Pipón’ reconoció que antes de su entrega había perdido el contacto con
‘Otoniel’, el jefe del ‘clan Úsuga’, de quien afirmó está concentrado en
su sometimiento a la justicia.
Pendiente ley para someter a las bandas
En noviembre se hundió en el Congreso, por falta
de trámite, la ley radicada por el Gobierno que busca facilitar el sometimiento
del ‘clan Úsuga’.
Los contactos con los representantes de la organización los mantiene, por
encargo presidencial, el vicepresidente, general Óscar Naranjo.
El Gobierno Nacional ha explorado la posibilidad de presentar una nueva ley o
incluso acudir a decretos para poder avanzar en ese proceso que representaría
la desaparición de la banda criminal más grande que existe en el país.
Los beneficios se podrían extender a otras organizaciones que se sometan
colectivamente a la justicia y a cambio puedan recibir algunos beneficios
judiciales.
Serán activadas dos fuerzas élite contra ‘los
Úsuga’
En menos de 15 días se activará el plan de las
autoridades para frenar la expansión del ‘clan ‘Usuga’ en Chocó y Antioquia y
evitar enfrentamientos de esa banda criminal con el Eln.
Como parte de la operación ‘Agamenón’, empezarán a funcionar dos fuerzas
especiales de la Policía y el Ejército en Quibdó (Chocó) y Caucasia
(Antioquia), desde donde se coordinarán los golpes contra los jefes de
esas organizaciones ilegales. Así lo afirmó el general Jorge Luis Vargas,
director de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía,
Dijín-Interpol y de ‘Agamenón’.
“Tenemos lista una intervención –que será articulada con un general del
Ejército– en Chocó a través de una fuerza de trabajo contra amenazas
transnacionales. Se busca cerrar el paso a una eventual guerra territorial
con el Eln y la seguridad de las comunidades, especialmente las indígenas y
afro, asentadas sobre la rivera de los ríos. Y una Fuerza paralela será
instalada en el bajo Cauca antioqueño, especialmente en Cuacasia”, dijo el
general Vargasa EL TIEMPO.
El oficial señaló que se mantiene la estrategia de estar articulados Fuerzas
Militares, Policía y Fiscalía, compartiendo información de inteligencia y
desarrollando operaciones en conjunto, “que han permitido grandes golpes a la
estructura criminal, como la muerte de ‘Gavilán, ‘Inglaterra’, ‘Pablito’,
‘Ramiro Bigotes’, ‘Culo de Toro’. El trabajo ha estado muy focalizado en los
jefes de estructura”.
Añadió que la orden del Gobierno Nacional es acabar con esta red que se
financia del narcotráfico y otros delitos, como la extorsión, y la prioridad es
capturar a Dairo Antonio Úsuga, ‘Otoniel’ y sus mandos ‘el Indio’ y
‘Nicolás’. Además de los jefes de segundo nivel plenamente identificados y sus
zonas de injerencia.
“Ellos se han venido reciclando y hoy buscamos dar captura a ‘Marihuano’, quien
tiene concentrado su accionar en Chigorodó; ‘Chiquito Malo’, con zona de
injerencia entre Turbo y Curulao; ‘Cobra Cinco’ está en la zona del bajo Cauca
antioqueño; ‘Furia’, en Chocó; y ‘Leo’, en Norte de Santander”, señaló Vargas
tras afirmar que los ‘Usuga’ hoy no tienen más de 2.200 hombres, incluidas
las subestructuras que están contratando para intentar mantener su actividad
criminal.
[con información de El Tiempo]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario