Las 12.227 hectáreas que conforman las ciénagas El Sapo y Hoyo Grande,
ubicadas en el municipio de Nechí y Caucasia, fueron declaradas áreas protegidas
por Corantioquia.
Las ciénagas son ecosistemas estratégicos debido
a la alta biodiversidad que poseen y su papel en la regulación hídrica de los
caudales de los ríos Nechí y Cauca. Un espacio que es reconocido por los
pobladores como la “tierra de agua” debido a que es fuente de
provisión y sustento de las comunidades vecinas y las poblaciones ribereñas del
río Nechí.
Las ciénagas son hábitat de especies
amenazadas como el bagre rayado, el jetudo, el bocachico, la
dorada, el blanquillo, el capaz, la doncella, el sirirí norteño, el jaguar, la
guagua, la tortuga morrocoy, el caimán aguja, el abarco, el comino o laurel, el
sapán, el caobo y el coco cristal.
“Hay que decir que estas ciénagas tiene una presión muy grande
por dos tipos de actividades productivas: uno la ganadería de búfalos que
son un riesgo por el peso de estos animales en términos de que estas ciénagas
se se sequen o alteren sus condiciones hídricas y la segunda son la minería”, indicó
Alejandro González, director de Corantioquia.
Acciones integradas como limpieza de
caños, proyectos piscícolas, tortugarios y viveros para reforestación con
especies nativas; son actividades que se llevan a cabo por los Consejos
Comunitarios Afro y asociaciones de pescadores, las cuales hacen parte de la
estrategia denominada Humedales de Vida, que incluye también trabajos
para incentivar la producción sostenible.
“Esta declaratoria nos va a permitir blindar a esta zona,
proteger a estas comunidades porque les posibilita el futuro económico a los
pescadores que es una buena parte de las personas que viven en estos lugares”,
agregó González.
Con esta declaratoria ya son 213.337 hectáreas
protegidas en la jurisdicción de Corantioquia.
[con informacion de el Colombiano]
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