FISCALÍA RASTREA LOS BIENES DEL UNIFORMADO
Héctor Fabio Murillo Rojas, con doce años
en la Policía, es investigado por ser el principal colaborador de Luis Eduardo
Padierna. Interceptaciones fueron claves para su captura.
El mayor de la Policía Héctor Fabio Murillo Rojas. / Cortesía Fiscalía |
El Clan del Golfo es uno de los grupos
armados operacionales que en la actualidad dominan el mapa del crimen
organizado en el país. Su historia está marcada por el narcotráfico, la
avaricia, las disputas internas, los asesinatos, la cárcel y la muerte. Por
estos días, el ambiente que rodea a esta organización está tenso por la muerte
de Luis Eduardo Padierna, alias Inglaterra, tercero en la línea de mando de ese
grupo mafioso, liderado por Dairo Úsuga, alias Otoniel.
Hace menos de tres meses, el 31 de agosto,
las Fuerzas Armadas abatieron a Roberto Vargas, alias Gavilán, el
segundo al mando. Desde entonces, alias Inglaterra amplió su
zona de influencia hacia Norte de Santander. Según fuentes de la Fiscalía, su
idea era concertar alianzas con Los Pelusos y controlar las rutas de envío de
droga en la frontera con Venezuela. Un objetivo, agrega la Fiscalía, en el que
contaba con ayuda del mayor de la Policía Héctor Fabio Murillo Rojas, capturado
este fin de semana.
El uniformado, conocido con el alias
de Mayor, lleva 12 años trabajando en la Policía. Se venía
desempeñando como jefe del Modelo Nacional de Cuadrantes, cargo que, según el
ente investigador, le facilitaba coordinar las labores que realizaba al servicio
de la organización criminal. Hoy se le señala de servir de enlace de la
estructura criminal para la compra de armas de fuego tanto de corto como de
largo alcance, operaciones que realizaba con terceros en las zonas de Tumaco y
Buenaventura.
“Esas armas eran utilizadas para realizar
toda clase de atentados, incluso en contra de la Fuerza Pública, como el
llamado ‘Plan Pistola’. Esos atentados han costado la vida a cerca de 24
miembros de la Policía Nacional”, señalaron fuentes del ente investigador a
este diario.
Las interceptaciones
En poder de la Fiscalía se encuentran
varias grabaciones que comprometen al uniformado con la organización criminal.
En un audio se revela que fue el mismo mayor Murillo Rojas el encargado de
llevar a alias Inglaterra hasta Norte de Santander. “En uno de
los días de descanso que tenía, coordinó todo para el traslado de alias Inglaterra a
Norte de Santander. Interceptó cada uno de los operativos de la Policía para
que no fueran detectados”, señala la Fiscalía.
En otra de las llamadas en poder del ente
investigador se escucha la forma como el uniformado logró evitar la captura de
dos comerciantes que movilizaban altas sumas de dinero en efectivo en Medellín.
El mayor le dio la orden a un auxiliar que los retuvo de dejarlos ir y de no
presentar reporte de lo sucedido.
Asimismo, la Fiscalía tiene en su poder
registros de más de $200 millones en efectivo para pagar la nómina encargada
por alias Inglaterra. Además, en el momento de su captura portaba
un equipo celular encriptado, que tiene un costo de más de $10 millones de
pesos. “En el momento no podemos determinar cuánto le pagaba la organización al
uniformado por esta función, pero estamos siguiendo el rastro a bienes que
habría adquirido de manera ilegal y con los que logró incrementar su capital.
También se verifican terceros que se prestaron para ocultar bienes de Inglaterra”.
Además del operativo, las autoridades
comenzaron con cuatro diligencias de registro y allanamiento de inmuebles que
al parecer eran frecuentados por el capturado, incluyendo dos fincas en los
municipios de Jericó y San Jerónimo, en Antioquia. El mayor de la Policía
Héctor Fabio Murillo Rojas fue imputado por los delitos de concierto para
delinquir agravado y prevaricato por omisión agravado. Desde el fin de semana
se encuentra recluido en la cárcel de Itagüí.
Mientras se descubrían los malos pasos del
oficial de la Policía, el cuerpo sin vida de alias Inglaterra fue
traslado a Carepa (Urabá antioqueño), donde este lunes fue despedido con
caravana y aplausos por una parte de la comunidad, hecho que han criticado
duramente las autoridades. El máximo jefe de la organización, Dairo Antonio
Úsuga, alias Otoniel, desde el pasado 3 de septiembre anunció al
presidente Santos su deseo de someterse a la justicia. Sin embargo, este
objetivo parece lejano, pues la iniciativa no ha avanzado con éxito en el
Congreso.
[con información de El Espectador]
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