La Unidad de
Restitución de Tierras (URT), Dirección Territorial Antioquia, presenta esta
semana un total de 160 demandas que pretenden reclamar un total de 2.215
hectáreas del municipio de Nechí y de El Bagre. Para el presente año, en esta
región se solicitarán 2.700 hectáreas sobre predios que, en su mayoría, fueron
despojados por bandas criminales a campesinos y agricultores.
Medellín, 15 de
diciembre de 2015 (@URestitucion). Luego de recopilar información, recoger
testimonios en las comunidades y visitar cada uno de los predios, la Unidad de
Restitución de Tierras presenta esta semana ante el Juzgado Tercero Civil de
Restitución de Tierras del Circuito de Montería un total de 160 demandas que
pretenden devolver a sus legítimos dueños 2.215 hectáreas en las veredas
Londres, Caño Pescado y Correntoso (municipio de Nechí); y Luis Cano (municipio
de El Bagre), en la región del Bajo Cauca antioqueño.
El primer paquete
es un grupo de 140 demandas sobre 2.000 hectáreas, las primeras que se
presentan en el municipio de Nechí. La mayoría son solicitantes de las veredas
Caño Pescado y Correntoso, una comunidad de pequeños productores campesinos que
combinan las actividades de cultivos de pancoger con su trabajo como jornaleros
en haciendas vecinas. También, en menor cantidad, están campesinos de la vereda
Londres, que en el pasado fueron adjudicatarios del Incora y cuyos ingresos se
derivaban completamente de sus tierras.
Otras 215
hectáreas que solicita la URT Antioquia en restitución están ubicadas en la
vereda Luis Cano de El Bagre. En este territorio, la Unidad ya ha solicitado
recientemente reclamaciones sobre un total de 500 hectáreas; así que, con las
demandas de esta semana, se completarán las solicitudes sobre las 700 hectáreas
de la vereda.
Nechí y El Bagre
comparten un contexto de violencia similar, y por eso los campesinos coinciden
en sus relatos sobre lo duro que ha sido vivir en un territorio donde hicieron
primero presencia el ELN y FARC-EP; luego grupos paramilitares como los bloques
Mineros y Central Bolívar de las AUC; narcotraficantes; y, más recientemente,
bandas criminales. Siendo estas últimas
señalados mayoritariamente como autores de los abandonos y despojos.
La directora
territorial de la URT, Paola Cadavid Acevedo, destacó los avances que ha tenido
este año el proceso de restitución en el Bajo Cauca. En esta región, además de
las demandas sobre un total de 2.700 hectáreas, se profirieron seis sentencias
que restituyeron 8 predios en la vereda El Tigre (cercanos a las 100
hectáreas), entre ellas un caso emblemático: por primera vez en el país se
reconoce la restitución a una junta de acción comunal. Cadavid Acevedo también
agregó a los logros de este año la sustracción de 970 hectáreas de reserva, con fines de restitución.
Además, hace
pocos días, la Fuerza Pública dio vía libre para iniciar en 2016 el trabajo en
ocho veredas de la región, lo que permitirá que el proceso de restitución se
continúe ampliando sus zonas de influencia en territorios históricamente
golpeados por diversos actores armados. El concepto cobija ocho veredas así: La
Esperanza (Nechí); El Aguacate (El Bagre); La Catalina, La Corcobada, El
Brasil, Margento y La Ilusión (Caucasia);
y Anará (Cáceres). Esta última, con una
situación especial de violencia en la que en años anteriores participaron desde
grupos guerrilleros, hasta paramilitares, y recientemente bandas criminales
(Bacrim).
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